Nuevamente los juveniles y niños orientales tuvieron la oportunidad de juntarse y pasar un fin de semana a todo ajedrez en suelo trinitario, donde el frío del sábado y domingo con que cerraba el mes de julio, fue opacado por el calor humano de decenas y decenas de ajedrecistas.
En esta etapa, la segunda del circuito, el número de participantes superó a la inicial protagonizada en el barrio Peñarol de nuestra capital, lo que demuestra la avidez de competencia, la que hará muy bien sin duda en el desarrollo ajedrecístico de quienes carecían de ella.
Nuestro grupo tuvo la oportunidad de hermanar lazos con clubes amigos, vínculos que se estrechan cada vez, y a su vez unir todavía más a este grupo fabuloso que semana a semana crece en cantidad de niños, y en la unión de sus integrantes.
Los datos oficiales de cierre del torneo todavía no se subieron. pero sin dudarlo, muy pronto se estará compartiendo para que todos los participantes conozcan como es su actual ubicación dentro de la competencia.
En próximas entradas detallaremos más de este fin de semana mercedario, pero por ahora compartimos algunas de la imágenes que quedarán en la memoria.
La entrega de premios de un lado, muchos expectantes del otro. Muchos esperan su nombre para pasar adelante, otros esperan su turno para aplaudir al premiado del día. Compañerismo al por mayor, como debe ser.
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