Una entrevista realizada por Dalia González Delgado especialmente para el medio de comunicación Cuba debate al GM de la isla que acaba de finalizar su actuación en la Copa del Mundo parece no tener ningún desperdicio.
Profundiza sobre su actual nivel, expone su posición sobre la vida dedicada al ajedrez, cuestiona de alguna manera a genios del tablero y habla sobre entrenamiento y sus colegas cubanos.
Aqui la compartimos
Leinier Domínguez no necesita presentación. Todos en Cuba lo conocen. Hasta los niños saben que se trata del “ídolo de Güines”, el mejor ajedrecista de América Latina. A pocos días de haber finalizado la Copa del Mundo de Ajedrez en la ciudad rusa de Khanty Mansiysk, el Gran Maestro cubano accedió a conversar sobre sus resultados en el evento.
-¿Cómo te sentiste en la Copa del Mundo? ¿Te habías preparado bien?
-Me preparé bastante bien, aunque no todo lo que me hubiera gustado. El torneo de Bakú que jugué antes fue bueno. Allí estuve súper mal, pero me di cuenta de los errores que estaba cometiendo. Esa fue la mejor preparación, mejor que lo estudiado aquí en Cuba. Cuando llegué al mundial me sentía más en juego. Tenía frescos todos los errores que había cometido en el torneo y llegué en buena forma.
Mis primeras partidas en el mundial fueron buenas, clasifiqué bastante fácil, no tuve que ir a las rápidas. Después llegué a tie break en la tercera ronda y fue muy largo, me agotó un poco. Al final terminé un poco cansado, pero en general creo que jugué bien.
-¿Qué pasó con Judit Polgar?
-Con Judith perdí muchas oportunidades. Creo que era un rival asequible para mí. Gané bastante fácil, incluso con negras, la primera partida. En la segunda pasó eso que sucede con la psicología de las tablas. Cuando ganas la primera partida, aunque vayas con blancas en la segunda, por lo menos para mí y está demostrado que para casi todo el mundo, es difícil psicológicamente jugar a tu nivel, porque empiezas a escoger jugadas que tú sabes que no son las mejores pero son las más seguras. Tratas de cambiar las piezas para hacer tablas rápido, y eso no es bueno. Generalmente, lo que pasa es que vas cediendo poco a poco en la posición y el contrario, que está jugando sin presión, te roba la iniciativa.
Eso me pasó en la segunda partida con Judit, y por eso perdí. En el medio juego se dio una posición donde yo tenía clara ventaja. Pero bueno… Perdí oportunidades a lo largo de todo el match con ella, porque en las rápidas también tuve opciones de ganar y no las aproveché. En cambio, ella sí aprovechó los chances que tuvo.
-No la he revisado. No estoy seguro. Durante la partida me pareció que no. Tuve la impresión de que la misma posición se había repetido tres veces, pero tocándole jugar a ella, y así ya no es tablas. De todas formas, no tenía tiempo para hacer la reclamación, porque estaba jugando ya con el incremento. Era poco práctico ponerse a revisar eso en ese momento.
-Pero si era tabla ganabas el match…
-Sí, pero de hecho en ese momento yo me sentía confiado todavía de que ella no me iba a ganar. Ella llevaba un rato dando vueltas en la posición. Yo sé que eso se gana, pero hay que encontrar una maniobra muy precisa, y ella estaba jugando contra tiempo. Pensé que iba a ser tablas, que ella no iba a encontrar el camino. Pero bueno, al final lo encontró.
-Cometí muchos errores en algunas partidas y este año todos los extranjeros llegaron bien. Andreikin estaba en su mejor forma, Le Quang también, Ivanchuk y Navara lo mismo.
-Cuando se acabó el torneo declaraste que en la segunda vuelta te habías sentido mejor, porque estabas más en forma. Dijiste también que necesitabas jugar más torneos seguidos.
-Sí, voy a jugar más el año que viene. La experiencia de participar en el torneo de Bakú y después el mundial fue muy buena. Me recordó cuando estaba más joven y jugaba varios torneos seguidos. Eso te da tremenda fuerza práctica. La mente funciona más rápido. La práctica es muy importante.
Ahora en octubre voy a participar en el torneo Spice Cup, en Texas, Estados Unidos. En noviembre jugaré en España el campeonato de clubes, luego en diciembre iré a China para los juegos de la mente y cerca del fin de año estaré en San Sebastián. Así que todavía jugaré bastante antes de que se acabe el 2011.
-Jugaba menos porque quería prepararme más. En el 2009 estuve en competencias muy fuertes, Linares, Wijk aan Zee, Sofía. Eso requería una preparación más especial. Tal vez entonces lo indicado era jugar menos, y dedicarle más tiempo al entrenamiento. A lo mejor fue la decisión incorrecta, pero fue lo que me pareció en ese momento. Después del 2008, sobre todo en 2009 y 2010, jugué poco. Pero quiero erradicar eso.
-No creo que haya llegado al límite, pero no tengo tanta ambición…
-¿No has soñado con ser campeón del mundo?
-Claro que me gustaría, ¿a quién no le gustaría? Pero no es algo que me motive tanto, así como para dejar todo lo demás y dedicarme a eso. Para ser campeón del mundo se necesita poner al ajedrez en primer lugar contra todo, y dedicarle demasiado tiempo, pero nunca he estado seguro de si eso es lo que quiero.
Yo no quiero ser un Ivanchuk, que juega ajedrez y deja la vida. Yo juego ajedrez porque es lo que me gusta, y si es al máximo nivel mejor, pero no quiero ser Fisher que estudiaba 24 horas al día y no hacía más nada que el ajedrez, así para qué quiero ser campeón mundial.
Yo disfruto el ajedrez, y las demás cosas de la vida que también me gustan. Por supuesto, uno siempre sueña, y a cada rato pienso dedicarme de a lleno al ajedrez, porque soy muy competitivo y me gusta ganar en lo que hago, bueno, ¿a quién no?
A veces, sobre todo cuando no te va bien en los torneos, me da por pensar que ahora sí voy a dedicarme al ajedrez por entero, aunque mi idea es buscar un equilibrio, estudiar bastante pero hasta un punto, que no te suprima los otros placeres de la vida.
Pero claro que quiero mejorar, dedicarle más tiempo al ajedrez, y ser más serio en eso, porque yo creo que puedo llegar un poco más lejos.
-Hasta estar entre los diez primeros. Lo principal es seguirse preparando, y jugar. Yo creo que jugar bastante suple un poco la parte del entrenamiento. Incluso, podría prepararme menos, y dedicarle el tiempo libre al descanso, y durante los torneos entonces trabajar. Si juego torneos más seguidos me pongo en forma, y es casi como si me estuviera preparando.
Aquí en Cuba yo creo que nadie estudia ocho horas seguidas todos los días, nadie tiene esa cultura. Quizá Lázaro Bruzón y yo la tuvimos un momento, y Nogueira, pero nadie más tiene la costumbre de entrenar ocho horas diarias durante varios meses. Es difícil encontrar a alguien aquí que esté dispuesto a hacer eso. Yo estaría dispuesto. Arian me ayuda en eso, pero es difícil, no lo podemos lograr.
-Puede ser, aunque es complicado. Yo nunca me he metido en eso. Para que alguien te ayude a trabajar tanto tiene que ser conocido. No puede ser un extraño, alguien que venga y te ponga a trabajar todos los días 10 horas, como si fueras un robot. Tiene que ser una relación más natural.
-La mayoría sí. Por ejemplo, los 10 primeros del mundo entrenan 10 o más horas diarias, pero no ahora, sino desde hace años. Yo sé que debo hacer eso.
-La gente ha mejorado aquí, tienen talento. Pero deben estudiar, porque cuando tú llegas a 2600 de ELO tienes que trabajar muy duro para subir el nivel. Yuniesky es uno que estudia cantidad. Estudia mucho ajedrez, se prepara físicamente. Él va a llegar más lejos, se lo merece.
-Es difícil decir por qué estaba jugando mal. Hace tiempo él se está tomando en serio los torneos. Yo creo que ese tiempo en que jugó mal fue por un problema de confianza. Cuando juegas una pila de torneos mal, eso te baja el ánimo, pierdes la confianza, y eso es lo único que no le puede pasar a un ajedrecista. Ahora parece que ha recuperado la confianza. Tiene que ser eso, porque ajedrecísticamente no hay diferencias, es el mismo jugador. Es que el ajedrez es muy duro…
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