Una jornada trágica para el noruego Magnus Carlsen, que después de liderar durante once jornadas el Torneo de Candidatos al título mundial que se celebra en Londres cedió esta privilegiada posición al ruso Vladimir Kramnik. Este, con tres triunfos en las últimas cuatro rondas y esperando los errores contrarios, como declaró a los periodistas, aprovechó para ganar al armenio Levon Aronian al tiempo que Carlsen perdía con el ucranio Vasily Ivanchuk. A falta de dos partidas para la conclusión de la prueba, el excampeón del mundo tiene casi todas las opciones –casi el 70% -de retar a Anand el próximo otoño.
Aronian necesitaba la victoria para seguir manteniendo alguna opción. Su ambición fue el factor que aprovechó Kramnik para lograr un importantísimo triunfo. El armenio trató de provocar el error de su rival y pese a disponer de ventaja quedó casi perdido en el medio juego. Pero Kramnik parecía mentalmente no querer entrar en posiciones de doble filo, en las que la victoria parece cerca pero la derrota pulula alrededor. Curiosamente, en la movida 21 los dos contendientes sentían que podían ganar la partida.
La segunda y definitiva clave del encuentro llegó en un final totalmente igualado. Lo que ocurrió en una posición en la que a priori no había dificultades de cálculo fue un error garrafal, casi de principiante. Así es el ajedrez cuando se pierde el sentido de la realidad. Castiga durísimamente el exceso de optimismo y Aronian pecó de ello. No era, además, una posición con posibilidades de mantener la incertidumbre. Solamente había una opción: rendirse. En el movimiento 62, Aronian paró el reloj y dijo adiós a cualquier idea de aspirar al título mundial.
El mal día de Carlsen sucedió en el peor momento y, encima, con las piezas blancas. Ante un rival que normalmente se le daba bien, como Ivanchuk, estuvo apático, como sin energía y quizá afectado por el desarrollo del duelo Aronian-Kramnik. Por el contrario, su adversario jugó como si fuera Carlsen, logrando una pequeña ventaja en una posición en apariencia muerta. Con calma, sin ningún tipo de presión y controlando el reloj, logró transformarla en victoria pese a que Carlsen incluso tenía una línea obligada de tablas en la jugada 71. La estrategia del noruego fue un error, pero en esta fase del torneo lo importante no es tanto jugar bien si no no cometer errores. Ahora, con un día de descanso, después de este duro golpe, es cuando se verá el carácter de Carlsen y su madurez competitiva. “Mi ajedrez fue vergonzoso desde la primera jugada”, comentó un autocrítico Carlsen ante los periodistas”. Las negras tenían ligera ventaja, pero después de 18…a5 traté de jugar a ganar. Luego mi jugada 24.Cb4 fue una estupidez. Probablemente no esté mejor, pero no debo perder”, añadió. “Si Magnus no hubiera tomado riesgos, no hubiera podido ganar”, manifestó por su parte Ivanchuk.
El azerí Teymur Radjabov tuvo contra las cuerdas al ruso Alexander Grischuk, sin embargo, su ventaja quedó en un final de torres con dos peones de más. Estos eran los de “f” y”h”, lo que según los tratados de finales es siempre tablas si el rey que se defiende puede situarse delante de los peones.
En el último juego del día, el israelí Boris Gelfand y el ruso Peter Svidler firmaron el empate en 41 movimientos. El actual subcampeón de mundo llevó la iniciativa en todo momento aunque tras las simplificaciones se llegó a un final equilibrado de tres piezas y cuatro peones por bando.
Resultados de la duodécima ronda: Carlsen-Ivanchuk, 0-1; Gelfand-Svidler, tablas; Aronian-Kramnik, 0-1; Radjabov-Grischuk, tablas.
Clasificación: 1, Kramnik (Rusia), 8; 2, Carlsen (Noruega), 7,5; 3, Aronian (Armenia), 6,5; 4, Svidler (Rusia), 6; 5, Grischuk (Rusia) y Gelfand (Israel), 5,5; 7, Ivanchuk (Ucrania), 5; 8, Radjabov (Azerbaijan), 4.
Los emparejamientos programados para la decimotercera ronda, que se disputará el domingo, son los siguientes: Radjabov-Carlsen, Grischuk-Aronian, Kramnik-Gelfand y Svidler-Ivanchuk.
Fuente: marca.com
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